Estaba el otro día esperando en un estudio de sonido para grabar una locución (por cierto, se trataba de un vídeocase de ACNUR realizado por Arnold Madrid para el Festival de El Sol; ¡espero que les vaya fenomenal!) y leí unas declaraciones de Alexia de la Morena, autora del libro “¿Compras con el corazón o con la cabeza?”, en las que afirmaba varias cosas interesantes:
- que las mujeres somos las responsables del 80% de las compras del mundo
- que en las compras las mujeres somos más estratégicas, mientras que los hombres son más tácticos
Y la segunda afirmación me la esperaba; es algo que inconscientemente sabemos, pero la primera no. ¿El 80% de las compras del mundo? ¡Ahí es nada…! Pero, entonces… ¿por qué la mayoría de la publicidad no suele estar dirigida a las mujeres? Viniendo del mundo de las grandes agencias de publicidad, como vengo, me cuesta creer que esto se les haya podido pasar por alto a mis antiguos compañeros, que analizan hasta el mínimo detalle del comportamiento del consumidor y de las tendencias globales de consumo.
¿Compradoras o prescriptoras?
Así que, quizá el matiz está en la palabra “responsables” y Alexia se refiera a que las mujeres somos las responsables de materializar la compra en sí, pero la elección previa la hacemos en ocasiones nosotras y en ocasiones los hombres. O quizá se refiere a lo contrario: que nosotras somos las prescriptoras que inducimos a la compra, aunque luego sea otra persona la que la realice. Sería interesante averiguar cuál es la hipótesis correcta, porque es un hecho que, en el 70% de las piezas de comunicación que se realizan, las voces corren a cargo de locutores, en lugar de locutoras y puede que esa predominancia masculina no sea lo más idóneo teniendo en cuenta el perfil del consumidor…
Y esto me recuerda otra noticia que leí hace tiempo. En ella se comentaba el perfil de la mujer como cliente y se exponía que las mujeres tienen muy claro que no todas las marcas son iguales. Al parecer su criterio a la hora de elegir un producto u otro no se basa únicamente en el precio, sino que seleccionan la marca en función de 3 criterios principales: su fiabilidad, la confianza que les genera y la calidad de su servicio de atención al cliente. El primero y el tercero dependen exclusivamente del comportamiento de la propia marca, pero el segundo tiene, además, un componente externo y subjetivo. Depende de muchos factores y uno de ellos es cómo te habla la marca: qué mensajes te lanza, qué tono de comunicación tiene y cuál es su voz. Y aquí quiero recordar un post que publiqué recientemente sobre las voces femeninas y por qué estas resultan más cercanas y empáticas y generan más confianza y seguridad.
A la luz de estos estudios tal vez deberíamos replantearnos ese porcentaje tan bajo de locutoras en spots de TV, cuñas de radio, vídeos de internet, corporativos o promocionales, etc. ¿No crees? ¿Tú qué opinas?
Deja una respuesta